miércoles, 26 de octubre de 2016

Inventor gallego crea una máquina que genera agua en el desierto




Enrique Veiga, un frigorista gallego jubilado y afincado en Sevilla desde hace cinco décadas, ha creado una máquina capaz de producir agua en el desierto.

La máquina captura el agua disuelta en la atmósfera, por escasa que sea, y provoca su condensación. El resultado son gotas que caen en un lugar a casi 30 grados de temperatura y una humedad relativa del 17 por ciento.



Su inventor, Enrique Veiga, es un ingeniero frigorista de setenta y cinco años de edad y natural de Vigo que aterrizó en Sevilla hace ahora cincuenta años. Desde entonces ha desarrollado una amplia trayectoria profesional como director técnico y asesor de empresas dedicadas al frío industrial, así como la elaboración de proyectos técnicos de industrias de todo tipo.


Los resultados que ofrece han hecho que el gobierno de Namibia, un país con graves problemas de desertificación, haya encargado la fabricación de 1.500 unidadesAquaer Generators, la empresa de El Viso del Alcor, en Sevilla, que tiene la patente.

Principio de funcionamiento de los generadores de agua por condensación.

El generador de agua potable por condensación del vapor de agua, denominado por este empresa”Sistema Aquaer”, está diseñado para trabajar incluso en climas desérticos y es adecuado para todo tipo de plantas, desde los grandes consumos de poblaciones hasta los pequeños consumos, inclusive los destinados a cubrir las necesidades del hogar o pequeños asentamientos.

El contenido del agua en el aire, en forma da vapor, es importante, aunque aparentemente esté seco.

Por ejemplo, el aire a 30ºC y 60% de humedad relativa, contiene más de 16 gramos de agua por kilogramo de aire. Si se baja la temperatura del aire por debajo del punto de rocío, que es la temperatura a la que empieza a condensar, se obtiene agua semejante a la de la lluvia.

El generador de Aquaer enfría el aire hasta 0ºC o menos mediante una instalación frigorífica de apoyo, especialmente diseñada para poder trabajar en climas desérticos. Haciendo recircular el aire más o menos, se obtiene la cantidad de agua potable deseada.

Estos generadores además son ecológicos: no contaminan, no producen ruidos anormales, ni gases ni residuos contaminantes.


En el mundo hay 750 millones de personas sin acceso al agua potable y 300 viven en África, este invento abre una luz de esperanza.

Fuente: http://www.cuentamealgobueno.com

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